Contexto histórico
Kant vivió durante buena parte del siglo XVIII. La parte
central de este siglo puede considerarse como un periodo de relativa
tranquilidad, precedido por las llamadas guerras de religión y seguido de una
serie de guerras revolucionarias. Por lo que respecta a Kant, el acontecimiento
más importante que ocurre en su tiempo y que coincide con la aparición de sus
principales obras es la revolución francesa. Primera revolución industrial. Con
la revolución industrial se dan los primeros pasos para la instauración del
capitalismo. La forma más común de gobierno en el siglo XVIII era la monarquía
absoluta que adquiría la forma de un despotismo ilustrado. Los déspotas
-denominación que no se utilizaba en tiempos de Kant mantenían el origen divino
de su poder y usaban éste para promover el desarrollo del pueblo aplicando las
ideas de la Ilustración. Es el caso de Federico II de Prusia quien mantuvo
contactos con filósofos ilustrados franceses, como Voltaire, fomentó la cultura
y la educación. Se impidió la difusión de las ideas ilustradas, instauró la
censura, cosa que sufriría el propio Kant.
Contexto cultural
Culturalmente hablando, la razón es la gran protagonista de
las profundas transformaciones que se van produciendo a lo largo del siglo
XVIII. Pero se trata de un modelo de razón distinto al de los griegos o al
racionalismo de Descartes. Entre otros motivos, porque se ha forjado teniendo
en cuenta el influjo de la revolución científica iniciada en el siglo anterior
(sobre todo, por obra de Newton). Entre los intelectuales de la época existe la
convicción de que no existen límites para transformar el mundo guiados por la
fuerza crítica de la razón. Aparece con fuerza la idea de progreso: la
Humanidad ha abandonado definitivamente la oscuridad de una Edad Media cargada
de supersticiones y se prepara para resolver todos sus problemas a la luz de la
razón. De hecho, suele llamarse a este siglo como el “siglo de las luces” o de
“la ilustración”: en palabras de Kant, se ha llegado a “la mayoría de edad de
la razón” y se trata ahora de aplicar un nuevo programa: “sapere aude!”. Si
bien es verdad, por otro lado, que también hay autores, como Rousseau, que se
desmarcan de este clima de optimismo generalizado. Desde el punto de vista
ideológico, se abre paso el liberalismo, tanto en la economía como en la
política, manteniendo un largo conflicto con las posturas absolutistas y
proteccionistas. La religión sigue presente (el ateísmo es aún una actitud
minoritaria) pero se transforma profundamente, al menos entre los intelectuales
de la época.
Contexto filosófico
En la filosofía, los planteamientos metafísicos clásicos se
derrumbaron con Hume y surgió una fuerte orientación hacia los problemas del
hombre, especialmente en lo que respecta a sus dimensiones ética y política. El
punto de apoyo de los filósofos era la razón crítica. En el pensamiento de Kant
confluyen las cuatro grandes corrientes culturales de la época: la nueva
Ciencia, el racionalismo, el empirismo y, por último la Ilustración. En este
contexto, Kant intenta elaborar una Teoría del conocimiento que sintetice lo
mejor del racionalismo y del empirismo, superando las limitaciones de cada uno.
Los dos grandes pilares del sistema de Kant son la naturaleza y la libertad. El
primero, la naturaleza, tiene como modelo a; el segundo, la libertad (tema
mucho más importante para Kant), le permite levantar una nueva ética (ética
formal),inspirada en Rousseau y basada en la libertad. Para Kant, la
Ilustración consistía en la capacidad para guiarse por la propia razón sin
tener que recurrir a otra instancia u otro tutores.
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