domingo, 19 de abril de 2015

Contexto histórico-cultural y filosófico de Kant

Contexto histórico
Kant vivió durante buena parte del siglo XVIII. La parte central de este siglo puede considerarse como un periodo de relativa tranquilidad, precedido por las llamadas guerras de religión y seguido de una serie de guerras revolucionarias. Por lo que respecta a Kant, el acontecimiento más importante que ocurre en su tiempo y que coincide con la aparición de sus principales obras es la revolución francesa. Primera revolución industrial. Con la revolución industrial se dan los primeros pasos para la instauración del capitalismo. La forma más común de gobierno en el siglo XVIII era la monarquía absoluta que adquiría la forma de un despotismo ilustrado. Los déspotas -denominación que no se utilizaba en tiempos de Kant mantenían el origen divino de su poder y usaban éste para promover el desarrollo del pueblo aplicando las ideas de la Ilustración. Es el caso de Federico II de Prusia quien mantuvo contactos con filósofos ilustrados franceses, como Voltaire, fomentó la cultura y la educación. Se impidió la difusión de las ideas ilustradas, instauró la censura, cosa que sufriría el propio Kant.

Contexto cultural
Culturalmente hablando, la razón es la gran protagonista de las profundas transformaciones que se van produciendo a lo largo del siglo XVIII. Pero se trata de un modelo de razón distinto al de los griegos o al racionalismo de Descartes. Entre otros motivos, porque se ha forjado teniendo en cuenta el influjo de la revolución científica iniciada en el siglo anterior (sobre todo, por obra de Newton). Entre los intelectuales de la época existe la convicción de que no existen límites para transformar el mundo guiados por la fuerza crítica de la razón. Aparece con fuerza la idea de progreso: la Humanidad ha abandonado definitivamente la oscuridad de una Edad Media cargada de supersticiones y se prepara para resolver todos sus problemas a la luz de la razón. De hecho, suele llamarse a este siglo como el “siglo de las luces” o de “la ilustración”: en palabras de Kant, se ha llegado a “la mayoría de edad de la razón” y se trata ahora de aplicar un nuevo programa: “sapere aude!”. Si bien es verdad, por otro lado, que también hay autores, como Rousseau, que se desmarcan de este clima de optimismo generalizado. Desde el punto de vista ideológico, se abre paso el liberalismo, tanto en la economía como en la política, manteniendo un largo conflicto con las posturas absolutistas y proteccionistas. La religión sigue presente (el ateísmo es aún una actitud minoritaria) pero se transforma profundamente, al menos entre los intelectuales de la época.

Contexto filosófico
En la filosofía, los planteamientos metafísicos clásicos se derrumbaron con Hume y surgió una fuerte orientación hacia los problemas del hombre, especialmente en lo que respecta a sus dimensiones ética y política. El punto de apoyo de los filósofos era la razón crítica. En el pensamiento de Kant confluyen las cuatro grandes corrientes culturales de la época: la nueva Ciencia, el racionalismo, el empirismo y, por último la Ilustración. En este contexto, Kant intenta elaborar una Teoría del conocimiento que sintetice lo mejor del racionalismo y del empirismo, superando las limitaciones de cada uno. Los dos grandes pilares del sistema de Kant son la naturaleza y la libertad. El primero, la naturaleza, tiene como modelo a; el segundo, la libertad (tema mucho más importante para Kant), le permite levantar una nueva ética (ética formal),inspirada en Rousseau y basada en la libertad. Para Kant, la Ilustración consistía en la capacidad para guiarse por la propia razón sin tener que recurrir a otra instancia u otro tutores.

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